Empecemos por el principio, y haciendo un poco de Historia:
La formalidad de pensamiento aceptada por la mayoría considera que el tiempo es una hipotética línea donde avanzamos y ahí nos encontraremos el futuro por venir y yendo hacia atrás se encontraría el pasado (al que es imposible volver), siendo el presente el momento del ahora mismo.
Esta irreversibilidad, o LA FLECHA DEL TIEMPO, que es el término que se le aplica desde 1927, gracias al astrofísico británico ARTHUR EDDINGTON, es una propiedad esencial del concepto temporal, que además nuestra conciencia reconoce como cierta y que la razón la reclama como tal.
Por lo tanto, si queremos responder a nuestro enunciado, es decir, “¿Qué entendemos por futuro?”, tan sólo cabría entenderlo como una conjetura que, en el mejor de los casos, puede ser calculada o se puede teorizar, utilizando MÉTODOS PROBABILÍSTICOS, según los datos que poseemos en nuestro presente, conjugando incertidumbre, lógica deductiva y probabilidad.
¿Es esta la única realidad posible?
Puede que si… o puede que no.
Lo que hoy entendemos como único posible, con el paso de los años se va transformando, y la experiencia nos dice que el conocimiento humano se apertura para dar cabida a lo que era imposible.
Sólo hay que mirar la Historia, en cualquier campo y en cualquier momento.
Si consideramos la cuántica, sabemos que el tiempo está en una superposición de estados donde pasado, presente y futuro se funden y donde, por ejemplo, las partículas elementales pueden estar en varios sitios en un mismo momento, y a la vez.
¿Real? ¿Es pura especulación? ¿O es que a alguien le ha dado por ver muchas películas?
Independientemente de que no es un hecho conocido por la masa, lo cierto es que el primer ordenador cuántico desarrollado por IBM, el QUANTUM SYSTEM ONE, es una realidad desde el 2019 y después se han desarrollado otras versiones de uso comercial, como el QUANTUM SYSTEM TWO, que supera los 150 cúbits, recién presentado en SAN SEBASTIÁN.
Si nos vamos al campo de la investigación, en el INSTITUTO DE FÍSICA Y TECNOLOGÍA DE MOSCÚ, un equipo liderado por GORDEY LESOVIK, utilizó un algoritmo cuántico complejo para crear artificialmente un estado para moverse en la DIRECCIÓN OPUESTA a la flecha del tiempo termodinámico.
Evidentemente, todo a nivel teórico.
Ahora falta, como así ha sido siempre, encontrar la interconexión o la puerta para llevarlo al mundo que convencionalmente aceptamos como real.
También, en el CSIC-CONSEJO SUPERIOR DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS DE ESPAÑA, se realizó un experimento aprovechándose de las propiedades del VACÍO CUÁNTICO, que permite transferir información entre pasado y futuro, con átomos que acaban fuertemente entrelazados, pudiéndose establecer una especie de memoria cuántica.
El ENTRELAZAMIENTO CUÁNTICO explica que dos partículas gemelas (sus propiedades son idénticas) aunque estén muy alejadas entre sí (de ahí la consideración de entrelazadas a pesar de la distancia), se comunican a través del espacio… y del tiempo, pudiéndose dar lo que se conoce como RETROCAUSALIDAD (el futuro es antes que el presente) o las CAUSALIDADES INFINITAS (donde todo ocurre en cualquier orden).
Muchas nuevas palabras, conceptos y puede que os preguntéis ¿Y esto que tiene que ver con el mundo de la empresa?
Vamos, a seguir argumentado:
¿Ciencia-ficción?
¿Qué pensarían vuestros abuelos y abuelas si les dijeseis que podrían veros a distancia, y hablar con vosotros en tiempo real?
Los teléfonos móviles serían un invento imposible para ellos.
Antes tuvieron que entender que lo que pasaba en la tele no era del todo real y que, si estaba nevando, no había que salir corriendo a recoger la colada porque eso “no estaba pasando” o que si un nieto era actor, no lo mataban en una película, y que eso se había rodado en el pasado, ellos lo veían en el cine en su presente, y al llegar a casa, en el futuro, el nieto estaría allí, vivito y trasteando.
Los supuestos misterios cuánticos no son sino sorprendentes paradojas a resolver (que pueden que estén más resueltas de los que se nos hace saber públicamente), de la misma manera que, por ejemplo, lo imaginado, o el sueño, puede que no sean sino diferentes estados de una forma de concebir la realidad que no tiene por qué estar unida a los sentidos o al pensamiento despierto o consciente.
Y ya empezamos con la realidad con vuestros negocios:
Futurizable:
Si queremos ir a algo más cercano, nos podemos sorprender con las propuestas que se lanzan en FUTURIZABLE, un evento de SNGULAR, con el subtítulo “The Next Big Thing”, que no sólo habla del futuro, sino de quienes lo están construyendo.
Celebrado en octubre del año pasado, el programa lo decía todo:
- Next Bit Thing Strategy.
- ¿Dónde encerrarás a tu Gemelo Digital (malvado)?
- Ciberseguridad en el mundo Quantum.
- Delivery Excellence: Desbloqueando el Potencial de la Sinergia entre DevOps, FinOps y Sostenibilidad.
- Revolución en la Computación: Nuevas tecnologías de procesamiento para la Era del Cloud y la IA.
- Atlassian Rovo: Tu nuevo compañero de equipo virtual.
- Computación Espacial con Apple Vision Pro.
Es cierto que no solo para Madrid (donde tuvo lugar el encuentro) sino para gran parte de la Humanidad lo entienden como argumentos de historias protagonizadas por sus superhéroes favoritos y les basta con comer palomitas mientras aparecen pliegues en el espacio-tiempo, realidades alternativas o máquinas que los trasladan a otras épocas.
No hay nada en contra de todo eso, pero es importante analizar con mayor atención el futuro, como si fuese alguien con quien convivimos, para que no nos pille el toro cuando ese futuro sea el presente.
El futuro financiero:
Que nadie se quede con sensación de desazón y con cortocircuitos en sus neuronas.
Tratamos de empresas y de finanzas. Vale.
Pues hablemos del FUTURO FINANCIERO.
Esto ya es algo que cualquiera se puede encontrar al ir al banco, o sobre lo que podemos discutir en el seno de cualquier empresa.
La CNMV lo define así:
Contrato negociado en un mercado organizado, por el que las partes acuerdan la compraventa de una cantidad concreta de un valor (activo subyacente) en una fecha futura predeterminada, y a un precio convenido de antemano.
Los futuros se clasifican según el ACTIVO SUBYACENTE:
Algunos ejemplos comunes son los futuros sobre índices bursátiles, divisas, tasas de interés, materias primas, energía, metales preciosos y productos agrícolas. También hay futuros sobre activos más específicos, como bonos o incluso acciones individuales.
Hay muchas empresas que dan servicios, por ejemplo, para descontar futuros, incluso basándose en los saldos bancarios, o facturas seguras de clientes…
Tendremos que tratarlos en particular, y seguro que resulta tan apasionante como hablar de Marvel (nos lo ponemos como un reto).
¿Y cómo se aplican los ordenadores cuánticos hoy en día?
Los ordenadores cuánticos ya están siendo utilizando en finanzas, para optimizar la gestión de riesgos, mejorar los modelos de inversión, implementación de sistemas de criptografía más seguros para proteger la información confidencial, hacer más eficiente el aprendizaje automático para analizar grandes cantidades de datos y tomar decisiones más informadas.
Y esto no acaba nada más que empezar.
Por ejemplo, en medicina se están desarrollando nuevos medicamentos o en la industria aeroespacial se están optimizando materiales (baterías y celdas de combustible).
Lo dicho, esto no acaba nada más que empezar.
¿No os resulta más interesante este “ir más allá” que la definición convencional?
Siendo creativos, y utilizando la definición del futuro financiero como base, o como excusa (según quien lo lea), lo podemos reescribir así, y referido al futuro humano:
Un acuerdo negociado en el mercado que conforma toda la Comunidad mundial, donde los distintos individuos acuerdan la disposición total o parcial de sus valores a una fecha concreta, a cambio de un precio acordado hoy, entendiendo ese precio como la rentabilidad resultante de la implicación de sus capacidades e inteligencia en el momento presente para que el futuro se pueda convertir en real.
Lo dejamos aquí, de momento.
Seguiremos tratando el futuro en base a vuestras peticiones:
- ¿El futuro del dinero?
- ¿El futuro tecnológico y las singularidades que se derivan de él?
- ¿El futuro distópico que hace que el presente sea el futuro imaginado en el pasado?
¿U otros futuros?
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