Imagina un ajedrez donde tienes que seguir unas reglas estrictas, que pueden ser esas o, paradójicamente, las contrarias, porque tu ajedrez puede ser visto de una forma o del revés, como si se pudiese atravesar un espejo.
Imagina, además, que su tablero está compuesto por un puzle de piezas que, están boca arriba y, al mismo tiempo, boca abajo y que, por lo tanto, se pueden caer en cualquier momento.
Imagina, también, que esta singular mezcla de ajedrez y rompecabezas flota en el aire, con una sensación de fragilidad e inestabilidad impresionante.
Y, por último, imagina que, aún y todo, te atrae casi de forma hipnótica, como invitándote a superar cualquier reto y controlar el juego.
Esa es la imagen perfecta del trabajo que se lleva a cabo desde la dirección de producción.
Y esto es aplicable igual en una película, en la creación de una vacuna, en sacar adelante una plataforma de internet o aplicarlo al gobierno de una nación.
Bueno, pues no acaba el tema aquí:
A todo esto, añádele que las figuras del ajedrez mantienen un orden interno, formando grupos, donde cada cual realiza un trabajo diferente, con capacidades distintas, y donde cada labor condiciona las demás, hasta tal punto, que la pieza más pequeña (un peón mal movido) puede ocasionar el desastre del conjunto si su forma de actuar no es la correcta.
Párate un momento en los ejemplos de antes y aplícalo a esa película, vacuna, plataforma o gobierno. Verás como es así.
Como el ajedrez, se dan tácticas incluso en su apertura, y la estrategia es esencial para hacer cualquier movimiento.
Además, en este particular tablero se cuenta con personas reales que, como fichas de ajedrez, reproducen los mismos roles y hay equivalentes al rey, la dama, los alfiles, los caballos, las torres, o los peones, con su valor por sí mismas y, cada cual, con sus singularidades y egos propios, con el añadido de que todo debe encajar como una unidad, como una familia.
Nada está supeditado al azar, sino a la racionalidad y, por supuesto, a esa estrategia que mencionamos, donde cada movimiento de una pieza tiene un turno dentro del desarrollo del juego (la aplicación a cada ejemplo dado o el negocio en cuestión).
Se tienen que dar diferentes combinaciones e, incluso, tener pensadas diferentes partidas si la primera no llega a buen fin.
Vamos más allá:
Esto también es una competición (que se puede comparar a cualquier negociación) donde, es evidente, que cada persona o empresa intentará obtener una ventaja.
La mente de la persona que lleva la dirección de producción debe buscar un equilibrio entre todas las partes implicadas, a lo que hay que sumar que el gasto sea el mínimo posible (de recursos y tiempo), el respeto el máximo, las mejores condiciones, a todos los niveles, y cubrir necesidades reales.
Si nos centramos en una película, cuando se hace un plan de producción, viene a ser lo mismo que cuando se juega una partida: se deben tener tantas alternativas y combinaciones como sean posibles, con herramientas accesibles a todo el mundo, para llegar al famoso “jaque mate”, aunque en este caso el concepto funciona al revés: nadie pierde la partida, sino que se gana, puesto que se acaba adecuadamente nuestra obra.
Por supuesto, no puede haber conducta “antideportiva” (recordemos que tiene que haber una unidad y deferencia hacia todo), todo tiene que ser factible (nadie puede pretender hacer locuras) y se tiene que llevar a cabo dentro de la más absoluta legalidad.
Generalmente las personas a las que se les encomienda algo tan especial como la dirección de producción, conocen perfectamente el tablero (el mercado y todos sus elementos) y por supuesto a las piezas (aquellos profesionales que entran en juego), a que ritmo se mueven, en que espacios suelen encontrarse, cuál es su histórico habitual, y cuáles son las herramientas (clásicas o más modernas) de registro para todo, que cuesta cada elemento y, como se ordena todo para que sea práctico, cómodo, en el menor tiempo posible y económicamente viable.
Evidentemente, como en el ajedrez, hay fases, que se deben completar.
No se puede diseñar un plan de rodaje en una película si, previamente, no se ha contratado un guion y a alguien que vaya a dirigirla con conocimientos, o no se puede presupuestar sin haber elegido, por ejemplo, los decorados, en los que se va a rodar la historia.
Y no, no pienses que son obviedades.
Abre las páginas de cualquier periódico o vean cualquier red social, y verán que el mundo está lleno de obviedades que nadie tiene en cuenta.
Pero en lugar de que nos cuenten películas, vamos a seguir con nuestro ejemplo de cómo se debe de llevar adecuadamente por el departamento de producción de una de ellas (de esas que se ven en pantallas grandes o pequeñas).
Hay una apertura de partida, que se corresponde generalmente a una preproducción, y que luego, en fase de producción, se repite con todo el tablero ya confeccionado y testado con todo el equipo, para después hacer el medio juego y llegar al final (entregar la película acabada, incluida la postproducción).
La dirección de producción se suele poner en manos de quienes son capaces de hacer partidas blitz o relámpago (en poco tiempo y con resultados muy efectivos), y suelen ser, siguiendo con el símil ajedrecístico, un GM (Gran Maestr@ o Super Gran Maestr@).
Aquí también hay una ligera diferencia respecto al juego del ajedrez donde los dedos son los que mueven las piezas. Aquí las personas deben tener solidez, formación específica, mucha trayectoria y saber muy bien que es lo que hace, porque si fuesen elegidas simplemente “a dedo” posiblemente no hubiese sólo un “jaque mate” al Rey, sino que el desastre sería el resultado inevitable.
En resumen, tácticas, procedimientos, formas de organizar todo (de una u otra forma para ver las mejores opciones en una combinatoria permanente) y estrategias, muchas estrategias para tener diseñado el plan de juego que se ha de comunicar a todas las partes para que exista una perfecta coordinación, ya que la mente pensante no es sólo la de la dirección de producción sino la de todas las partes.
Lo ves imposible, o al menos difícil: De eso va la dirección de producción.
¿Y por qué también lo comparamos con un puzle?
Si nos vamos a la definición de puzle nos dice:
Juego de habilidad y paciencia que consiste en recomponer una figura o una imagen combinando de manera correcta diferentes piezas y de distintas formas donde, además, en cada una hay una parte coincidente con otra para finalmente crear una figura o imagen común.
En una dirección de producción la habilidad y la paciencia son primordiales.
De la misma manera, cada una de esas piezas de ese gran rompecabezas debe encajar con otras para integrarse en un común que hace posible el negocio.
Hay quien define la dirección de producción como aquello que es capaz de ordenar la locura… y seguramente lleva mucha razón.
Yendo a un caso concreto:
SOL CARNICERO, directora de producción del cine español, ha sido galardonada con un PREMIO DE HONOR en el FESTIVAL DE MÁLAGA.
Empezó al lado de CHICO IBAÑEZ SERRADOR, y su nombre está asociado a películas esenciales de nuestro país con “clásicos” de la dirección como PILAR MIRÓ, CECILIA BARTOLOMÉ, JAIME CHAVARRI, JOSEFINA MOLINA o J.L. GARCIA BERLANGA.
ELDIARIO.ES ha publicado una reseña con ese motivo, y en su introducción define perfectamente la profesión:
Un rodaje es un rompecabezas. Cuadrar agendas, técnicos, gestionar presupuestos, organizar las jornadas, tener un plan B por si llueve, que todo esté en su sitio cuando toca… Muchas piezas que alguien se tiene que encargar de que encajen. Esa labor la realiza el director de producción, una de las figuras más desconocidas del cine y una de las más importantes. Sin ellos, los rodajes podrían ser un caos donde nada funciona. España es el único sitio donde la dirección de producción tiene su propio premio académico. Reconocen un trabajo necesario, silencioso y fundamental.
Este año el FESTIVAL DE SAN SEBASTIÁN ha concedido un PREMIO DONOSTIA a ESTHER GARCIA, que ha ejercido esa labor durante años y es productora de EL DESEO, siendo la primera vez que se concede a una persona del sector que no sea actor-actriz o director-directora.
En TODO ES SINGULAR contamos con CECILIO CHAVES, como director de producción, y define su trabajo de la siguiente manera:
Sólo hay dos palabras que no son mágicas, pero son capaces de convertir imposibles en posibles, letargos en ánimos y llantos en risas: Trabajo y creatividad. Ese es el trabajo del director de producción.
Lleva toda su vida trabajando dentro del mundo audiovisual, incluida la producción de clips musicales, publicidad y cine (habiendo participado en películas como TOMORROW, producida por MARTIN SCORSESE), además de eventos de todo tipo, del gaming a organizar un festival de cine, singular porque se dirigía a las profesiones, giras musicales o campeonatos mundiales de vela, fuera y dentro de nuestro país.
Ahora se trata de que trasladéis estas mismas definiciones para cualquier empresa o negocio que podáis llevar a cabo.
Da igual que seas del mundo del cine, fabriques vacunas, vayas a lanzar el próximo SAAS que arrase en el planeta o intentes que tu país no sucumba.
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